Isabel González Vidal: Cuidados Paliativos Universales, pero de calidad
19-08-2021 | BL Comunicaciones

Consultada la Dra. Laura Tupper Satt, quien es especialista en Medicina Paliativa del Adulto de la Unidad de Cuidados Paliativos Complejo Asistencial Hospital Sótero del Río (Puente Alto, Región Metropolitana) y asesor técnico para Cuidados Paliativos en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente nos comenta que “actualmente tres de los médicos de la unidad somos miembros de la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos y gran parte del equipo ha participado en el desarrollo de material para Normas Técnicas Ministeriales, jornadas, congresos y otras actividades”.
Y para dar cuenta de quienes han sido y hacia dónde van, la trabajadora social Isabel González Vidal, quien lleva 18 años en esta unidad nos comparte más detalles con mucho cariño y precisión que traspasan los textos que leerán a continuación: “Inicié mi trabajo en Cuidados Paliativos, estudiando y con la motivación de realizar un aporte desde mi profesión. En el camino comprendí que trabajar en cuidados paliativos tiene que ver con una mirada de la vida, con ser empático, compasivo y muy paciente, que se requiere de calidez y calidad en las relaciones humanas tanto con el paciente, como con sus familias o a quien ellos consideren sus redes de apoyo y por cierto con nuestros compañeros de labores”.
Respecto de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Dr. Sótero del Río dice que “es un referente a nivel nacional y creo que ha alcanzado este sitial, porque ha existido apertura a incorporar a diversos profesionales y distintas personalidades y miradas de la vida. Se crearon lazos cálidos entre compañeros que permitió desarrollar iniciativas que comprometían a todos los estamentos y la mirada estuvo puesta en la cooperación más que en la competencia, entendiendo que el proyecto de uno requería para ser implementado y el éxito del mismo, del apoyo de todos”.
Agrega que “existía además la idea explicita de humanizar la atención en salud en especial en el momento en donde tanto el paciente como su familia se encontraban más vulnerables, y a respetar decisiones y formas de vida, que muchas veces no compartimos, pero son la esencia de las personas.
Finalmente, el uso del humor es una herramienta fundamental para alivianar tensiones y contagiar los ambientes y hacer la jornada más llevadera”.
La Unidad de Cuidados Paliativos está conformada por:
- Auxiliar de Servicio: Mariela Contreras
- Secretaria o personal administrativo: Karen Berrios
- Técnicos en enfermería: Irene Reyes, Yasna Gaete, Erica Recabarren
- Equipo Psicosocial: Isabel González Trabajadora Social; y los psicólogos: Joao Villouta, Claudia Garcés, Álvaro Lavín, Carmen Gloria Hasbún, Susana Muñoz.
- Equipo de Enfermería: Rossana Povis (EU Coordinadora), Isabel Quinteros, Daniela Hidalgo, Francisca Carreño.
Equipo Médico: Dra. Carol López Sierra (médico jefe (s), Dra. Beatriz Zavala, Dra. Laura Tupper, Dra. Marcela González, Dra. Ana Inés Demarchi, Dr. Andrés Zavala, Dr. Juan Pablo Chiquito, Dra. Ana Valdivieso, Dra. Tina Morales, Dr. Javier Polanco, Dr. Andres Perry y Dr. Klauss Ebensperger.
Isabel declara que “el equipo de Cuidados Paliativos del Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río posee varias actividades dignas de destacar, entre ellas la conformación de un voluntariado, que funciona desde el año 2012, quienes se ocupan de dar un soporte espiritual y de acompañamiento a los pacientes y sus cuidadores principales, en especial a aquellos con alto nivel de vulnerabilidad social, con redes de apoyo familiar disfuncionales o inexistentes y en riesgo de claudicación, abordando el sufrimiento y siendo además un nexo entre la comunidad y el equipo.
Por otra parte, realiza visitas domiciliarias a diario, conformado por un equipo multidisciplinario en terreno, en constante coordinación con APS y en especial con los equipos de dismovilizados de este nivel, lo cual se refuerza a través de coordinaciones constantes y capacitaciones realizadas a través del Proyecto Telemedicina, denominado “Telepaliativos”, a través del cual se congrega una vez al mes a todos los integrantes del Programa de Dismovilizados de APS.
Y, por último, nuestro Equipo de CP es un centro de formación docente y de extensión académica recibiendo becados de Geriatría y otras especialidades que complementan y van especializando nuestra intervención”.
Como objetivo principal – sostiene – que damos atención a los pacientes oncológicos avanzados de Puente Alto, San José de Maipo y Pirque, tanto para alivio del dolor por cáncer como de otros síntomas, situaciones de sufrimiento espiritual, psicológico, en su mayoría con situaciones de carencias económicas, altos niveles de vulnerabilidad social, siendo el grupo etareo de los adultos mayores el de mayor presencia.
Con bastante claridad del proceso Isabel comenta que “Posterior a recibir el diagnóstico oncológico y tomar conocimiento de que el paciente se encuentra en una etapa avanzada uno de los procesos más dolorosos y difíciles que vive él y su familia es la progresiva pérdida de la autovalencia, el cambio de la autoimagen por el deterioro físico, la necesidad de otro, y por ende la dependencia y los ajustes al interior del grupo familiar, no tan sólo en la rotación de roles sino que en muchas oportunidades va acompañada de la pérdida de la fuente laboral y el consabido menoscabo económico. La postración se asocia a aislamiento, soledad y en algunos casos abandono y desamparo. Esta etapa requiere de articular redes y recursos que son escasos o inexistentes”.
“El futuro de los Cuidados Paliativos y el desarrollo de los mismos debiese permitir que todas las unidades de cuidados paliativos del país tuviesen oportunidades igualitarias de acceder a capacitación y especialización en el tema, conformar equipos multidisciplinarios: médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, kinesiólogos, nutricionistas, monitores espirituales, para dar respuesta al dolor total y que la composición sea replicable en todo el país en forma obligatoria.
Cada Unidad de Cuidados Paliativos debiese tener la posibilidad de contar con hospicios o lugares de derivación para procurar una muerte digna cuando las circunstancias psicosociales y económicas no lo permiten. Debiese extenderse la cobertura de Cuidados Paliativos a otras patologías no oncológicas pero asociado a presupuestos, canastas, recursos humanos especializados y diferenciados de las actuales para que esta apertura no constituya una carga y fuente de desgaste profesional, y termine convirtiéndose en una amenaza y fuga de energía para las ya existentes. Se requiere de cuidados paliativos universales, pero de calidad.
Por último, debiese existir el reconocimiento de los Cuidados Paliativos como una especialidad, no tan sólo para el equipo médico, sino para todo profesional que allí labore e implementar una política de estímulos para quienes se desempeñen en esta área”.